Piura, se merece un desarrollo justo en donde no se perjudique a ninguno de los sectores que conviven en su ecosistema, la riqueza natural se debe cuidar y protegerla de la depredación, de los desastres naturales o artificiales -causados por la mano de hombre-. En este sentido me merece un escrito sobre los acontecimientos que se viven actualmente en la región.
Es muy notorio el auge que tiene la agro exportación de mango, café, banano, limón, cacao, panela, tara, etc., los cuales han generado un sinnúmero de puestos de trabajo y han mejorado el nivel de vida de los piuranos, pero también existe la posibilidad de generar un mayor nivel de empleo, que se necesita en Piura, y que se puede lograr trayendo más inversiones.
En Piura, existe mucho potencial para el desarrollo minero, en las zonas altas, en donde la mayor parte de suelos o montañas NO son empleados para la agricultura u otras actividades productivas, es allí donde se invertirá para generar riqueza, existe el compromiso y garantía de que no se contaminará el agua, dado que se utilizará tecnología de última generación para evitar la contaminación, de lo contrario si esto sucede se podrá exigir que no se contamine.
Se generará riqueza la cual promoverá escuelas de pequeños y grandes, carreteras, centros de salud, centros deportivos, etc., otro sinnúmero de necesidades que todavía no han sido cubiertas, y que se pueden satisfacer si se da paso a la convivencia entre agro y minería, una minería sana y próspera, que no perjudicará a nadie, pero que sí nos ayudará a potenciar a la región.
La propuesta es crear un ente el cuál administre el canon minero para potenciar el desarrollo social, como lo están haciendo las zonas de Cajamarca, Huaraz, Pasco, Puno, Arequipa, etc., estas zonas conviven con la minería y qué bien que lo hacen, aprendamos de ellos, y si podemos superarlos mucho mejor.
Bienvenda sea la inversión minera que fomente el empleo y el desarrollo de Piura, para potenciar el progreso de las zonas más pobres.
Datos:
Las condiciones de vida de la zona no podrían empeorar mucho más de lo que ya están, hay pobreza extrema.
En Ayabaca (38,000 habitantes, aproximadamente), el 97% sus habitantes son pobres, el 40% de este porcentaje vive en pobreza extrema; el 56% sufre de desnutrición y de analfabetismo.
Pacaipampa (uno de los distritos en conflicto) tiene en la actualidad 26,245 habitantes y 97.7 por ciento de pobreza, una desnutrición de 56.1% y un analfabetismo del 51.2%.
Huancabamba (30,000 habitantes, aproximadamente), donde opera Majaz, tiene 97% de pobreza.
Teniendo en cuenta que la pobreza en el Perú bordea el 44 por ciento, estas poblaciones piuranas tienen más del doble (de pobres) que el promedio nacional.
Es muy notorio el auge que tiene la agro exportación de mango, café, banano, limón, cacao, panela, tara, etc., los cuales han generado un sinnúmero de puestos de trabajo y han mejorado el nivel de vida de los piuranos, pero también existe la posibilidad de generar un mayor nivel de empleo, que se necesita en Piura, y que se puede lograr trayendo más inversiones.
En Piura, existe mucho potencial para el desarrollo minero, en las zonas altas, en donde la mayor parte de suelos o montañas NO son empleados para la agricultura u otras actividades productivas, es allí donde se invertirá para generar riqueza, existe el compromiso y garantía de que no se contaminará el agua, dado que se utilizará tecnología de última generación para evitar la contaminación, de lo contrario si esto sucede se podrá exigir que no se contamine.
Se generará riqueza la cual promoverá escuelas de pequeños y grandes, carreteras, centros de salud, centros deportivos, etc., otro sinnúmero de necesidades que todavía no han sido cubiertas, y que se pueden satisfacer si se da paso a la convivencia entre agro y minería, una minería sana y próspera, que no perjudicará a nadie, pero que sí nos ayudará a potenciar a la región.
La propuesta es crear un ente el cuál administre el canon minero para potenciar el desarrollo social, como lo están haciendo las zonas de Cajamarca, Huaraz, Pasco, Puno, Arequipa, etc., estas zonas conviven con la minería y qué bien que lo hacen, aprendamos de ellos, y si podemos superarlos mucho mejor.
Bienvenda sea la inversión minera que fomente el empleo y el desarrollo de Piura, para potenciar el progreso de las zonas más pobres.
Datos:
Las condiciones de vida de la zona no podrían empeorar mucho más de lo que ya están, hay pobreza extrema.
En Ayabaca (38,000 habitantes, aproximadamente), el 97% sus habitantes son pobres, el 40% de este porcentaje vive en pobreza extrema; el 56% sufre de desnutrición y de analfabetismo.
Pacaipampa (uno de los distritos en conflicto) tiene en la actualidad 26,245 habitantes y 97.7 por ciento de pobreza, una desnutrición de 56.1% y un analfabetismo del 51.2%.
Huancabamba (30,000 habitantes, aproximadamente), donde opera Majaz, tiene 97% de pobreza.
Teniendo en cuenta que la pobreza en el Perú bordea el 44 por ciento, estas poblaciones piuranas tienen más del doble (de pobres) que el promedio nacional.